Alto! No le quite el termostato al motor...
El sistema de enfriamiento es el encargado de mantener la temperatura ideal de trabajo del motor (dependiendo del fabricante, varía entre los 70°C y los 90°C, incluso hay motores que pueden superar los 100°C), por lo que es prioridad y de vital importancia, estar muy atentos/as al buen funcionamiento del mismo.
Sucede que el termostato es uno de los componentes principales del sistema, y suele pasar que, cuando falla, se elimina por completo bajo el supuesto de que no sirve para nada.
Nada más herrado y alejado de la realidad.
El termostato es el encargado de cerrar el paso de líquido refrigerante del sector en donde está caliente hacia el sector en donde se va a refrigerar o enfriar.
Cuando el líquido supera los 70°C se abre para dar paso hacia el radiador, pero si no se ha llegado a esa temperatura, se mantiene cerrado para que el motor alcance la temperatura ideal para trabajar.
Si no hay termostato, el líquido siempre va a estar circulando libremente, sin regulación, lo que puede ocasionar problemas en el desempeño del motor; y por lo tanto se eleva el consumo de combustible.
A menos que sea una emergencia para llegar hasta el taller de servicio, no deberías eliminar el termostato del motor.
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